Campaña de boicot a la CAI por su vasallaje al obispado de Huesca
Fuente: Escrito anónimo recibido en la redacción de Huesca-Info.
Soy una clienta oscense de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI), pues tengo abierta en ella una cuenta corriente con algo de dinero (no mucho, la verdad).
Me siento molesta, más bien indignada, por la actitud de la entidad financiera donde deposito mis ahorrillos. Me refiero a la retirada de su apoyo al cartel anunciador del Carnaval en Huesca, que ha obligado al Ayuntamiento a eliminar el logotipo de la CAI una vez editados los carteles y pegados por la calle una parte de ellos.
El cartel, por si alguien no lo sabe, muestra a un chico, el propio autor del cartel, disfrazado de cura y con los labios pintados de rojo.
A mí, personalmente, me parece divertido y que refleja muy bien el espíritu del carnaval. Comprendo que pueda no gustar al clero nostálgico (recordemos que durante el franquismo teocrático, el Carnaval, no ya sus carteles, estaba directamente prohibido), pero pienso que nunca llueve a gusto de tod@s y que, ya que hablan de tolerancia, deberían aceptar la decisión de un jurado plural como es el que seleccionó el cartel.
La CAI conocía desde hace tiempo el cartel, y no había mostrado disconformidad alguna con él... hasta que el Obispado de Huesca lo ha hecho. La jerarquía eclesial ha intentado que el Ayuntamiento retire el cartel diciendo que es ofensivo para los cristianos (debo decir que yo conozco cristian@s que tienen cosas mejores que hacer que ofenderse por tal nimiedad). Acto seguido la CAI, en un acto de indignidad y de sumisión al clero, ha retirado su apoyo al cartel, abandonando de malas maneras su compromiso con el Ayuntamiento, a quien ha dejado en una situación incómoda y relativamente humillante, pues ha tenido que eliminar los logotipos de la CAI en los miles de carteles ya editados.
El PP se apunta al carro y dice que no se toleraría un cartel con representantes de otras religones (un imán, un rabino...). Yo creo que sencillamente no tendría sentido, pues poner precisamente a un cura católico adquiere sentido desde el momento en que la Iglesia Católica es una parte del poder establecido en nuestra tierra y en que en el Carnaval es costumbre popular la burla hacia el poder impuesto. Si no les hace gracia, sería más honrado por su parte que propusieran de nuevo la prohibición del Carnaval, en lugar de poner impedimentos a las manifestaciones de su esencia.
Bueno, pues ahora soy yo la que se siente molesta, y he decidido dejar casi a cero mi cuenta corriente en la CAI (no la cierro porque tengo domiciliados pagos y cobros diversos). He estado esta mañana en mi sucursal y he dicho:
Quiero sacar XXXX euros en protesta por lo del cartel del Carnaval.
El mozo que me ha atendido, algo desconcertado, ha consultado a su compañera, quien me ha dicho:
Pero... hemos retirado el apoyo al cartel.
Por eso- he tenido que aclarar.
Les he pedido que informen a sus jefes, y se han tomado nota. Debo decir que he notado una sonrisilla cómplice en el mozo, y que la despedida con amb@s ha sido de lo más cordial.
Me pregunto si a la CAI no le molesta que la Iglesia Católica no admita a mujeres, por ejemplo. O que se inmiscuya en la política como si fuera su cortijo. O que el Vaticano sea una dictadura teocrática y machista (¿por qué nadie lo invade para imponer la democracia?). O su actitud homófoba, lesbófoba. O sus intentos de control sexual de la población, católica o no. O que haya profesores designados a dedo por el clero en la educación pública. O la millonada que reciben en subvenciones y chanchullos varios, a raíz del Concordato con el Vaticano, auténtica Carta de Privilegios del clero. Tampoco me cuadra que la CAI no diga nada por el filofranquismo del alto clero, que todavía conserva en muchas iglesias los nombres de los muertos en el bando fascista de la Guerra Civil, caídos por Dios y por España... y un largo etcétera.
Bueno, en realidad ya sé que no les molesta, porque el Opus Dei es quien manda en la CAI, igual que en Ibercaja, en el Heraldo, en el Diario del Altoaragón... y otro largo etcétera.
CAMPAÑA DE BOICOT A LA CAI POR SU VASALLAJE AL OBISPADO DE HUESCA. Bueno, después de toda esta parrafada, invito a l@s clientes de la CAI que compartan mis pareceres a que hagan lo que yo, y que retiren dinero de la CAI explicándo el porqué. Es muy fácil.
Otra opción es estarse quiet@ en la mata y no hacer nada, por el miedo secular que producen la iglesia y sus vasallos en esta tierra tan castigada por la credulidad, el fundamentalismo y el silencio cómplice. Tú decides.
Piensa global, actúa local.
PD: Creo que el sábado, en el Carnaval de Huesca, yo también me voy a disfrazar de cura con los labios pintados de rojo.
Soy una clienta oscense de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI), pues tengo abierta en ella una cuenta corriente con algo de dinero (no mucho, la verdad).
Me siento molesta, más bien indignada, por la actitud de la entidad financiera donde deposito mis ahorrillos. Me refiero a la retirada de su apoyo al cartel anunciador del Carnaval en Huesca, que ha obligado al Ayuntamiento a eliminar el logotipo de la CAI una vez editados los carteles y pegados por la calle una parte de ellos.
El cartel, por si alguien no lo sabe, muestra a un chico, el propio autor del cartel, disfrazado de cura y con los labios pintados de rojo.
A mí, personalmente, me parece divertido y que refleja muy bien el espíritu del carnaval. Comprendo que pueda no gustar al clero nostálgico (recordemos que durante el franquismo teocrático, el Carnaval, no ya sus carteles, estaba directamente prohibido), pero pienso que nunca llueve a gusto de tod@s y que, ya que hablan de tolerancia, deberían aceptar la decisión de un jurado plural como es el que seleccionó el cartel.
La CAI conocía desde hace tiempo el cartel, y no había mostrado disconformidad alguna con él... hasta que el Obispado de Huesca lo ha hecho. La jerarquía eclesial ha intentado que el Ayuntamiento retire el cartel diciendo que es ofensivo para los cristianos (debo decir que yo conozco cristian@s que tienen cosas mejores que hacer que ofenderse por tal nimiedad). Acto seguido la CAI, en un acto de indignidad y de sumisión al clero, ha retirado su apoyo al cartel, abandonando de malas maneras su compromiso con el Ayuntamiento, a quien ha dejado en una situación incómoda y relativamente humillante, pues ha tenido que eliminar los logotipos de la CAI en los miles de carteles ya editados.
El PP se apunta al carro y dice que no se toleraría un cartel con representantes de otras religones (un imán, un rabino...). Yo creo que sencillamente no tendría sentido, pues poner precisamente a un cura católico adquiere sentido desde el momento en que la Iglesia Católica es una parte del poder establecido en nuestra tierra y en que en el Carnaval es costumbre popular la burla hacia el poder impuesto. Si no les hace gracia, sería más honrado por su parte que propusieran de nuevo la prohibición del Carnaval, en lugar de poner impedimentos a las manifestaciones de su esencia.
Bueno, pues ahora soy yo la que se siente molesta, y he decidido dejar casi a cero mi cuenta corriente en la CAI (no la cierro porque tengo domiciliados pagos y cobros diversos). He estado esta mañana en mi sucursal y he dicho:
Quiero sacar XXXX euros en protesta por lo del cartel del Carnaval.
El mozo que me ha atendido, algo desconcertado, ha consultado a su compañera, quien me ha dicho:
Pero... hemos retirado el apoyo al cartel.
Por eso- he tenido que aclarar.
Les he pedido que informen a sus jefes, y se han tomado nota. Debo decir que he notado una sonrisilla cómplice en el mozo, y que la despedida con amb@s ha sido de lo más cordial.
Me pregunto si a la CAI no le molesta que la Iglesia Católica no admita a mujeres, por ejemplo. O que se inmiscuya en la política como si fuera su cortijo. O que el Vaticano sea una dictadura teocrática y machista (¿por qué nadie lo invade para imponer la democracia?). O su actitud homófoba, lesbófoba. O sus intentos de control sexual de la población, católica o no. O que haya profesores designados a dedo por el clero en la educación pública. O la millonada que reciben en subvenciones y chanchullos varios, a raíz del Concordato con el Vaticano, auténtica Carta de Privilegios del clero. Tampoco me cuadra que la CAI no diga nada por el filofranquismo del alto clero, que todavía conserva en muchas iglesias los nombres de los muertos en el bando fascista de la Guerra Civil, caídos por Dios y por España... y un largo etcétera.
Bueno, en realidad ya sé que no les molesta, porque el Opus Dei es quien manda en la CAI, igual que en Ibercaja, en el Heraldo, en el Diario del Altoaragón... y otro largo etcétera.
CAMPAÑA DE BOICOT A LA CAI POR SU VASALLAJE AL OBISPADO DE HUESCA. Bueno, después de toda esta parrafada, invito a l@s clientes de la CAI que compartan mis pareceres a que hagan lo que yo, y que retiren dinero de la CAI explicándo el porqué. Es muy fácil.
Otra opción es estarse quiet@ en la mata y no hacer nada, por el miedo secular que producen la iglesia y sus vasallos en esta tierra tan castigada por la credulidad, el fundamentalismo y el silencio cómplice. Tú decides.
Piensa global, actúa local.
PD: Creo que el sábado, en el Carnaval de Huesca, yo también me voy a disfrazar de cura con los labios pintados de rojo.
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