El clero, secundado por el PP y la CAI, se ofende por el cartel del Carnaval de Huesca
El obispado de Huesca, el Partido Popular y la entidad financiera CAI (Caja de Ahorros de la Inmaculada) han ejercido fuertes presiones hacia el Ayuntamiento de Huesca para que retire el cartel anunciador del Carnaval 2005 en Huesca.
El cartel, obra del artista Jaime Puente, muestra un primer plano del propio autor disfrazado de cura con los labios pintados de rojo. Se titula Carnaval de pecado y fue elegido mediante un concurso al que se presentaron una veintena de obras, estando el jurado formado por un representante de cada grupo político con representación en el Ayuntamiento y por varias personas cualificadas.
El obispado de Huesca pidió a la alcaldía la retirada del cartel a través de una carta entregada al alcalde por el Vicario General de la Diócesis, José Antonio Satué. La jerarquía eclesial, en su misiva, califica el cartel de ofensivo y hace ver el malestar de los grupos cristianos y católicos.
A rebufo de la institución machista salieron raudos y veloces el Partido Popular y la CAI (cuyo logotipo aparecía junto al del Ayuntamiento en el cartel). Ambas instituciones conocían el cartel desde hacía muchos días, durante los cuales no habían manifestado malestar alguno.
El Partido Popular dejó claro que su voto dentro del jurado fue contrario al cartel, insinuando que también el PSOE votó en contra, y se adhería a las críticas del clero, sin explicar por qué no había protestado anteriormente. Las juventudes del PP, Nuevas Generaciones, publicaban una carta en prensa hablando de tolerancia hacia la religión católica, olvidándose de la tolerancia hacia la decisión de un jurado del cual formó parte el PP y aceptado a priori por el partido franquista.
La CAI, por su parte, se subía al carro de la intolerancia y retiraba su apoyo a la edición del cartel una vez editado y difundido, lo que ha obligado al Ayuntamiento a poner una pegatina negra encima del logotipo en cada cartel y a pintarlo de negro los mupis de la ciudad.
Pese a las presiones, la posición del Ayuntamiento ha sido firme hasta el momento. La concejala de Fiestas, Teresa Sas, lamentó que haya personas que se hayan sentido molestas, pero dejó claro que se mantiene el cartel, expresando todo su respeto por la decisión del jurado. Jaime Puente, el autor del cartel, mostró su sorpresa por la actitud de la jerarquía eclesiástica, dejando claro que su intención no era la de ofender a nadie. Calificó su obra de impactante y divertida y expresó su creencia de que hay que ser un poco más abierto.
El carnaval es una celebración propia de los territorios sometidos tradicionalmente por la religión cristiana, aunque sus raíces paganas son previas a la invención de esta religión. Históricamente han sido celebraciones populares relativamente desenfrenadas en las fechas previas a la Cuaresma, periodo de 40 días de penitencia que precede a la Pascua, en las que son costumbre la transgresión de la moral impuesta y la burla al poder establecido (incluido el clero). En el Estado Español, el Carnaval estuvo prohibido por el régimen franquista durante los 40 años que duró éste, sin que la Iglesia Católica ni sus satélites políticos y financieros mostraran ofensa ni malestar alguno, más bien al contrario.
Huesca-Info
Página web: http://www.llaveinglesa.com/alra
Correo-e: huescainfo@llaveinglesa.com
El cartel, obra del artista Jaime Puente, muestra un primer plano del propio autor disfrazado de cura con los labios pintados de rojo. Se titula Carnaval de pecado y fue elegido mediante un concurso al que se presentaron una veintena de obras, estando el jurado formado por un representante de cada grupo político con representación en el Ayuntamiento y por varias personas cualificadas.
El obispado de Huesca pidió a la alcaldía la retirada del cartel a través de una carta entregada al alcalde por el Vicario General de la Diócesis, José Antonio Satué. La jerarquía eclesial, en su misiva, califica el cartel de ofensivo y hace ver el malestar de los grupos cristianos y católicos.
A rebufo de la institución machista salieron raudos y veloces el Partido Popular y la CAI (cuyo logotipo aparecía junto al del Ayuntamiento en el cartel). Ambas instituciones conocían el cartel desde hacía muchos días, durante los cuales no habían manifestado malestar alguno.
El Partido Popular dejó claro que su voto dentro del jurado fue contrario al cartel, insinuando que también el PSOE votó en contra, y se adhería a las críticas del clero, sin explicar por qué no había protestado anteriormente. Las juventudes del PP, Nuevas Generaciones, publicaban una carta en prensa hablando de tolerancia hacia la religión católica, olvidándose de la tolerancia hacia la decisión de un jurado del cual formó parte el PP y aceptado a priori por el partido franquista.
La CAI, por su parte, se subía al carro de la intolerancia y retiraba su apoyo a la edición del cartel una vez editado y difundido, lo que ha obligado al Ayuntamiento a poner una pegatina negra encima del logotipo en cada cartel y a pintarlo de negro los mupis de la ciudad.
Pese a las presiones, la posición del Ayuntamiento ha sido firme hasta el momento. La concejala de Fiestas, Teresa Sas, lamentó que haya personas que se hayan sentido molestas, pero dejó claro que se mantiene el cartel, expresando todo su respeto por la decisión del jurado. Jaime Puente, el autor del cartel, mostró su sorpresa por la actitud de la jerarquía eclesiástica, dejando claro que su intención no era la de ofender a nadie. Calificó su obra de impactante y divertida y expresó su creencia de que hay que ser un poco más abierto.
El carnaval es una celebración propia de los territorios sometidos tradicionalmente por la religión cristiana, aunque sus raíces paganas son previas a la invención de esta religión. Históricamente han sido celebraciones populares relativamente desenfrenadas en las fechas previas a la Cuaresma, periodo de 40 días de penitencia que precede a la Pascua, en las que son costumbre la transgresión de la moral impuesta y la burla al poder establecido (incluido el clero). En el Estado Español, el Carnaval estuvo prohibido por el régimen franquista durante los 40 años que duró éste, sin que la Iglesia Católica ni sus satélites políticos y financieros mostraran ofensa ni malestar alguno, más bien al contrario.
Huesca-Info
Página web: http://www.llaveinglesa.com/alra
Correo-e: huescainfo@llaveinglesa.com
2 comentarios
pisha -
Durruti -