El "gran hermano" podría vigilar el parque de Huesca
El concejal de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Huesca, Andrés Puyuelo, manifestó el lunes (17/01/05) que se va a estudiar la posibilidad de instalar un sistema de videovigilancia en el Parque de Huesca.
Esta idea es lanzada a raíz de los diversos destrozos ocurridos en el Parque y en sus inmediaciones durante la madrugada del domingo pasado, destrozos que son atribuidos a algún "grupo de jóvenes". Según se ha hecho público, Andrés Puyuelo habló con el subdelegado del Gobierno en Huesca, Ramón Zapatero, y decidieron retomar la idea de instalar cámaras de video en el Parque, idea que ya se valoró hace dos meses, cuando se produjeron también algunos desperfectos en el mobiliario de la zona verde oscense.
El concejal, en sus reflexiones, dijo que "la solución pasa por intentar coger a quien es capaz de cometer este tipo de actos y porque los correctivos que se apliquen les hagan escarmentar". En sus declaraciones no entró en las causas que llevan a una parte importante de la juventud a "desahogarse" los sábados por la noche, ni en la fuertes presiones sociales y familiares que recibe la adolescencia para que se integre en un mundo absurdo, violento, insostenible, contradictorio, individualista y competitivo que no comprende, ni en los modelos de comportamiento y los valores que reciben en los centros educativos, a través de la televisión y en los propios entornos familiares, ni en las condiciones de explotación a las que se enfrenta la juventud en sus primeros empleos (preludio de lo que les espera), ni en la falta de libertad y de esparcimiento personal y colectivo que sufren en unas vidas constituidas por actividades impuestas y fuertemente controladas, ni en muchos otros factores que deberían ser tenidos en cuenta a la hora de analizar el fenómeno del llamado "vandalismo juvenil", en lugar de tomar medidas inútiles como es la instalación de sistemas de videovigilancia callejera con el fin de aplicar correctivos represores.
La videovigilancia en el Estado Español está regulada por la Ley Orgánica 4/1997 (la controvertida Ley de Videovigilancia). En ella se da carta de legalidad a la intromisión en la intimidad y el honor de las personas que supone la grabación de imágenes o sonidos en las vías públicas. En algunas ciudades ya se está aplicando con diversas excusas. Cabe mencionar, a modo de anécdota significativa, que en Barcelona se encuetra "videovigilada", entre muchos otros espacios públicos, la plaza de Georges Orwell (autor de "1984", conocida novela futurista en la que el Gran Hermano controla mediante cámaras de video la vida de toda la ciudadanía en un sistema totalitario). En general, en los sistemas de videovigilancia, posibles usos indebidos de las filmaciones quedan al arbitrio de sus gestores, siendo prácticamente imposible conocer tales usos.
El Ayuntamiento de Huesca parece entregado a fondo en las directrices mundiales de incremento del gasto en represión y control, recortando los derechos y libertades de la ciudadanía y alcanzándose grados crecientes de militarización social. Hace poco tiempo decidió sin motivo aparente dotar de pistolas a la Policía Municipal, y recientemente el alcalde decidió protegerse de la "amenaza terrorista" adjudicándose 6 guardaespaldas con cargo al erario público, a quienes subvencionó hace escasas semanas unos cursos sobre el llamado "terrorismo islámico", cuyos costes sobrepasan los 4.500 euros, impartidos por la empresa estadounidense de "seguridad" HSS International, especializada en entrenamientos estratégicos y tácticas paramilitares. El alcalde de Huesca también ordenó la compra de un inhibidor de frecuencias para los vehículos oficiales, y ha aumentado considerablemente la plantilla de la Policía Municipal. En esta línea, la instalación de sistemas de videovigilancia en la ciudad, cuyos costes se desconocen por el momento, supondría una nueva vuelta de tuerca en un mundo donde la libertad, el honor y la dignidad de las personas queda muy por debajo de las medidas de seguridad necesarias para mantener, por la vía de la fuerza, del control y del adoctrinamiento social, un sistema injusto, desigual y ridículo.
Una parte de la oposición en el Ayuntamiento ya ha señalado la inutilidad de la medida planteada por Puyuelo, pues no se pueden poner videocámaras en todas las calles (aunque este extremo sería técnicamente posible). Lo que parece claro es que un sistema de videovigilancia callejera supondría un grave atentado a la intimidad del conjunto de la ciudadanía oscense, cuyas vidas serían filmadas y grabadas por el ojo del Gran Hermano orwelliano, encargado de velar inútilmente por la "seguridad", sin atender a las causas de la "inseguridad" y reforzando el control social sobre la población.
En Huesca y otras localidades de la provincia, numerosos espacios públicos se encuentran ya "de facto" bajo el ángulo de cámaras de vigilancia, pues diversas instituciones públicas y privadas tienen instaladas cámaras en sus inmediaciones directamente enfocadas hacia la vía pública, pese a la dudosa legalidad de tales iniciativas.
Huesca-Info
Página web: http://www.llaveinglesa.com/alra
Correo-e: huescainfo@llaveinglesa.com
Esta idea es lanzada a raíz de los diversos destrozos ocurridos en el Parque y en sus inmediaciones durante la madrugada del domingo pasado, destrozos que son atribuidos a algún "grupo de jóvenes". Según se ha hecho público, Andrés Puyuelo habló con el subdelegado del Gobierno en Huesca, Ramón Zapatero, y decidieron retomar la idea de instalar cámaras de video en el Parque, idea que ya se valoró hace dos meses, cuando se produjeron también algunos desperfectos en el mobiliario de la zona verde oscense.
El concejal, en sus reflexiones, dijo que "la solución pasa por intentar coger a quien es capaz de cometer este tipo de actos y porque los correctivos que se apliquen les hagan escarmentar". En sus declaraciones no entró en las causas que llevan a una parte importante de la juventud a "desahogarse" los sábados por la noche, ni en la fuertes presiones sociales y familiares que recibe la adolescencia para que se integre en un mundo absurdo, violento, insostenible, contradictorio, individualista y competitivo que no comprende, ni en los modelos de comportamiento y los valores que reciben en los centros educativos, a través de la televisión y en los propios entornos familiares, ni en las condiciones de explotación a las que se enfrenta la juventud en sus primeros empleos (preludio de lo que les espera), ni en la falta de libertad y de esparcimiento personal y colectivo que sufren en unas vidas constituidas por actividades impuestas y fuertemente controladas, ni en muchos otros factores que deberían ser tenidos en cuenta a la hora de analizar el fenómeno del llamado "vandalismo juvenil", en lugar de tomar medidas inútiles como es la instalación de sistemas de videovigilancia callejera con el fin de aplicar correctivos represores.
La videovigilancia en el Estado Español está regulada por la Ley Orgánica 4/1997 (la controvertida Ley de Videovigilancia). En ella se da carta de legalidad a la intromisión en la intimidad y el honor de las personas que supone la grabación de imágenes o sonidos en las vías públicas. En algunas ciudades ya se está aplicando con diversas excusas. Cabe mencionar, a modo de anécdota significativa, que en Barcelona se encuetra "videovigilada", entre muchos otros espacios públicos, la plaza de Georges Orwell (autor de "1984", conocida novela futurista en la que el Gran Hermano controla mediante cámaras de video la vida de toda la ciudadanía en un sistema totalitario). En general, en los sistemas de videovigilancia, posibles usos indebidos de las filmaciones quedan al arbitrio de sus gestores, siendo prácticamente imposible conocer tales usos.
El Ayuntamiento de Huesca parece entregado a fondo en las directrices mundiales de incremento del gasto en represión y control, recortando los derechos y libertades de la ciudadanía y alcanzándose grados crecientes de militarización social. Hace poco tiempo decidió sin motivo aparente dotar de pistolas a la Policía Municipal, y recientemente el alcalde decidió protegerse de la "amenaza terrorista" adjudicándose 6 guardaespaldas con cargo al erario público, a quienes subvencionó hace escasas semanas unos cursos sobre el llamado "terrorismo islámico", cuyos costes sobrepasan los 4.500 euros, impartidos por la empresa estadounidense de "seguridad" HSS International, especializada en entrenamientos estratégicos y tácticas paramilitares. El alcalde de Huesca también ordenó la compra de un inhibidor de frecuencias para los vehículos oficiales, y ha aumentado considerablemente la plantilla de la Policía Municipal. En esta línea, la instalación de sistemas de videovigilancia en la ciudad, cuyos costes se desconocen por el momento, supondría una nueva vuelta de tuerca en un mundo donde la libertad, el honor y la dignidad de las personas queda muy por debajo de las medidas de seguridad necesarias para mantener, por la vía de la fuerza, del control y del adoctrinamiento social, un sistema injusto, desigual y ridículo.
Una parte de la oposición en el Ayuntamiento ya ha señalado la inutilidad de la medida planteada por Puyuelo, pues no se pueden poner videocámaras en todas las calles (aunque este extremo sería técnicamente posible). Lo que parece claro es que un sistema de videovigilancia callejera supondría un grave atentado a la intimidad del conjunto de la ciudadanía oscense, cuyas vidas serían filmadas y grabadas por el ojo del Gran Hermano orwelliano, encargado de velar inútilmente por la "seguridad", sin atender a las causas de la "inseguridad" y reforzando el control social sobre la población.
En Huesca y otras localidades de la provincia, numerosos espacios públicos se encuentran ya "de facto" bajo el ángulo de cámaras de vigilancia, pues diversas instituciones públicas y privadas tienen instaladas cámaras en sus inmediaciones directamente enfocadas hacia la vía pública, pese a la dudosa legalidad de tales iniciativas.
Huesca-Info
Página web: http://www.llaveinglesa.com/alra
Correo-e: huescainfo@llaveinglesa.com
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Ernesto Villa -