El PP de Huesca crucifica al cantante Albert Pla
El concejal en el Ayuntamiento de Huesca Jorge Escario, en nombre del
grupo municipal del franquista Partido Popular, ha hecho pública una
nota de prensa reflejada en el Heraldo de Huesca en la que critica el
hecho de que el cantautor punk Albert Pla actuara en el festival
Periferias de Huesca, pues en una de sus canciones dice un policía
muerto, un policía menos y también un militar muerto, un militar
menos, lo cual entiende que es una clara apología del terrorismo,
aunque no ha denunciado tal delito en el juzgado o en la comisaría, lo
que le convierte automáticamente en un encubridor de un delito de
apología de terrorismo (y también nos convierte en encubridores a
quienes, gracias a la sagacidad del edil popular, somos ahora
conscientes de la comisión del delito por parte de Albert Pla).
Las frases sacadas de contexto por los apologistas del terrorismo
capitalista (causante de guerras, miseria, hambre, explotación,
destrucción...) pertenecen a la conocida canción La dejo o no la dejo,
del álbum Veintegenarios en Alburquerque del artista de Sabadell. En
la conocida canción, Albert Pla habla, con su habitual surrealismo
irónico, de que su novia es una terrorista, y de los dilemas que le
plantea la situación.
La canción que da nombre al disco, Veintegenarios, es cantada por
Albert Pla junto con Manolo Kabezabolo, Roberto Iniesta y Fermín
Muguruza. Éste último artista fue también crucificado en Huesca a
principios de este año por la Peña Alegría Laurentina, que cedió a
presiones ultraderechistas que acusaban al comprometido cantante vasco
de etarra, cancelando la actuación que estaba programado para el 24 de
enero de 2004. Ambos ataques a la libertad de expresión tienen una
estrategia común: la extracción de frases de su contexto artístico,
histórico y político para la persecución de las expresiones artísticas
de la disidencia y la utilización en abstracto del concepto de
terrorismo para la afianzamiento del sistema dominante, sin atender a
las causas que originan el supuesto fenómeno terrorista y aprovechando
la sensibilidad creada por sus medios de comunicación para sus fines
electoralistas (como Bush en EE.UU., por ejemplo).
El Partido Popular de Huesca ataca de esta manera la libertad de
expresión de un cantante satírico y provocador como es Albert Pla, fiel
a su linea (compartida en otras ocasiones con el PSOE) de
criminalización de cualquier movimiento político, cultural, social o
artístico que no se circunscriba en los parámetros del pensamiento único
de la dictadura capitalista. Extrañamente, el PP nunca se ha pronunciado
sobre el terrorismo patronal (accidentabilidad en los tajos por las
severas condiciones de explotación), ni sobre el terrorismo ecológico
del modo de producción capitalista, ni ha atacado las raíces sociales y
culturales del machismo vigente (iglesia católica, monarquía,
conservadurismo...) que derivan en el terrorismo doméstico. Tampoco
nunca ha combatido el terrorismo automovilista (consecuencia de los
hábitos y modos de movilidad y transporte fomentados por el capital) ni
se ha pronunciado en ninguna ocasión sobre el terrorismo institucional
(represión, situación carcelaria, torturas y malos tratos en calabozos,
situación en centros de detención de inmigrantes).
El concejal de cultura del Ayuntamiento de Huesca, Javier Campelo, ha
salido al paso de las críticas, como responsable de la actuación de
Albert Pla, diciendo que no voy a pedir a un cantante las letras de los
que va a cantar, como hacía la Guardia Civil. También ha señalado que
siempre hay letras que pueden tomarse de una manera u otra. El
festival Periferias de este año, organizado por el Ayuntamiento de
Huesca, tenía como eje temático el Mundo Raro, y en él tenían cabida
realizaciones artísticas y culturales originales, extrañas, excéntricas
o extravagantes... quizá debiera haberse reservado un espacio para
exhibir la doble moral de la clase política a la hora de definir el
concepto de terrorismo.
El popular Jorge Escario también se ha referido, en su denuncia pública,
al mal gusto que Pla manifiesta reiteradamente en sus canciones,
seguramente en referencia a fragmentos como el siguiente, perteneciente
a la bonita canción Carta al Rey Melchor: Siempre me he cagado en las
dinastías y en las patrias putas, las banderas sucias, los reinos de
mierda y la sangre azul.
Posiblemente al partido que participó activamente en la invasión
terrorista de Iraq y que sigue apoyando las acciones terroristas del
ejército estadounidense y sus aliados (incluido el uso de las bases
militares españolas) tampoco le agrada que, en la iconografía del
cantante, éste aparezca desnudo en posición de crucificado con una
guitarra a modo de lanza clavada en las costillas; quizá es así como
realmente le gustaría al PP que terminara el versioneador de Soy
rebelde, igual que el rebelde Jesús de Nazaret, que un partido como el
PP posiblemente no dudaría en volver a crucificar.
Huesca-Info
Página web: http://www.llaveinglesa.com/alra
Correo-e: huescainfo@llaveinglesa.com
grupo municipal del franquista Partido Popular, ha hecho pública una
nota de prensa reflejada en el Heraldo de Huesca en la que critica el
hecho de que el cantautor punk Albert Pla actuara en el festival
Periferias de Huesca, pues en una de sus canciones dice un policía
muerto, un policía menos y también un militar muerto, un militar
menos, lo cual entiende que es una clara apología del terrorismo,
aunque no ha denunciado tal delito en el juzgado o en la comisaría, lo
que le convierte automáticamente en un encubridor de un delito de
apología de terrorismo (y también nos convierte en encubridores a
quienes, gracias a la sagacidad del edil popular, somos ahora
conscientes de la comisión del delito por parte de Albert Pla).
Las frases sacadas de contexto por los apologistas del terrorismo
capitalista (causante de guerras, miseria, hambre, explotación,
destrucción...) pertenecen a la conocida canción La dejo o no la dejo,
del álbum Veintegenarios en Alburquerque del artista de Sabadell. En
la conocida canción, Albert Pla habla, con su habitual surrealismo
irónico, de que su novia es una terrorista, y de los dilemas que le
plantea la situación.
La canción que da nombre al disco, Veintegenarios, es cantada por
Albert Pla junto con Manolo Kabezabolo, Roberto Iniesta y Fermín
Muguruza. Éste último artista fue también crucificado en Huesca a
principios de este año por la Peña Alegría Laurentina, que cedió a
presiones ultraderechistas que acusaban al comprometido cantante vasco
de etarra, cancelando la actuación que estaba programado para el 24 de
enero de 2004. Ambos ataques a la libertad de expresión tienen una
estrategia común: la extracción de frases de su contexto artístico,
histórico y político para la persecución de las expresiones artísticas
de la disidencia y la utilización en abstracto del concepto de
terrorismo para la afianzamiento del sistema dominante, sin atender a
las causas que originan el supuesto fenómeno terrorista y aprovechando
la sensibilidad creada por sus medios de comunicación para sus fines
electoralistas (como Bush en EE.UU., por ejemplo).
El Partido Popular de Huesca ataca de esta manera la libertad de
expresión de un cantante satírico y provocador como es Albert Pla, fiel
a su linea (compartida en otras ocasiones con el PSOE) de
criminalización de cualquier movimiento político, cultural, social o
artístico que no se circunscriba en los parámetros del pensamiento único
de la dictadura capitalista. Extrañamente, el PP nunca se ha pronunciado
sobre el terrorismo patronal (accidentabilidad en los tajos por las
severas condiciones de explotación), ni sobre el terrorismo ecológico
del modo de producción capitalista, ni ha atacado las raíces sociales y
culturales del machismo vigente (iglesia católica, monarquía,
conservadurismo...) que derivan en el terrorismo doméstico. Tampoco
nunca ha combatido el terrorismo automovilista (consecuencia de los
hábitos y modos de movilidad y transporte fomentados por el capital) ni
se ha pronunciado en ninguna ocasión sobre el terrorismo institucional
(represión, situación carcelaria, torturas y malos tratos en calabozos,
situación en centros de detención de inmigrantes).
El concejal de cultura del Ayuntamiento de Huesca, Javier Campelo, ha
salido al paso de las críticas, como responsable de la actuación de
Albert Pla, diciendo que no voy a pedir a un cantante las letras de los
que va a cantar, como hacía la Guardia Civil. También ha señalado que
siempre hay letras que pueden tomarse de una manera u otra. El
festival Periferias de este año, organizado por el Ayuntamiento de
Huesca, tenía como eje temático el Mundo Raro, y en él tenían cabida
realizaciones artísticas y culturales originales, extrañas, excéntricas
o extravagantes... quizá debiera haberse reservado un espacio para
exhibir la doble moral de la clase política a la hora de definir el
concepto de terrorismo.
El popular Jorge Escario también se ha referido, en su denuncia pública,
al mal gusto que Pla manifiesta reiteradamente en sus canciones,
seguramente en referencia a fragmentos como el siguiente, perteneciente
a la bonita canción Carta al Rey Melchor: Siempre me he cagado en las
dinastías y en las patrias putas, las banderas sucias, los reinos de
mierda y la sangre azul.
Posiblemente al partido que participó activamente en la invasión
terrorista de Iraq y que sigue apoyando las acciones terroristas del
ejército estadounidense y sus aliados (incluido el uso de las bases
militares españolas) tampoco le agrada que, en la iconografía del
cantante, éste aparezca desnudo en posición de crucificado con una
guitarra a modo de lanza clavada en las costillas; quizá es así como
realmente le gustaría al PP que terminara el versioneador de Soy
rebelde, igual que el rebelde Jesús de Nazaret, que un partido como el
PP posiblemente no dudaría en volver a crucificar.
Huesca-Info
Página web: http://www.llaveinglesa.com/alra
Correo-e: huescainfo@llaveinglesa.com
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